Comida y el invierno
Cuando el frío llega nuestros hábitos alimentarios comienzan a cambiar y comenzamos a elegir los alimentos más pesados. Tenemos más tendencia a abusar de los dulces y de las grasas. La explicación es simple, pues nuestro cuerpo necesita más energía para mantenerse caliente y eventualmente recurrimos a alimentos de energía rápida y fácil.
La verdad es que podemos lograr todo esto manteniendo una dieta saludable. Por ejemplo, hacer un guiso o lasaña de espinacas y setas con crema de soja, espolvoreado con una agradable mezcla de pimienta. Es una comida que nos calienta, pero con nutrientes y no vacía de calorías como los dulces y pasteles.
Las tradicionales castañas son otra buena opción para un buen bocado, o incluso para comer con los platos principales. Elija la versión cocida con hinojo y verá que usted estará satisfecho.